Pollo al ajillo de 10

2022-08-14 08:55:09 By : Ms. Shirley Du

¿Qué comemos hoy? La pregunta taladra el cerebro y nos vuelve locos. Pero como solo te damos buenas noticias, tenemos la solución para tu cena de hoy: una receta todoterreno que jamás falla.

Ya hiciste tarta, colita al horno, fideos con salsa, pastel de papa y pediste pizza. Pero la cena está cerca y una vez más te preguntás: ¿qué comemos hoy? Tenemos la respuesta: pollo al ajillo.

¿Por qué una receta que viene sacada del confín de los recetarios, que solo con decir “pollo al ajillo” parece que nos tomáramos el barco de regreso a España? Porque es un caño, es re fácil de hacer y te resuelve la vida en un santiamén. 

Vamos primero con la receta, porque todo es empezar.

Para el pollo al ajillo: retirá restos de grasa y piel. Doralo en sartén o cacerola con un chorrito de aceite de oliva. No lo marees, dejalo que se dore bien de cada lado, que haga ruidito a que todo está bien. 

Una vez que haya dorado, retirá el pollo de la sartén. Pero ojo, ¡no la limpies ni nada! En ese fondito de cocción vamos a seguir la receta. Bajale el fuego y agregá los ajos en láminas. Podés agregar un chorrito más de aceite de oliva, fijate. Cociná los ajos unos minutos, pero ojo que se queman y quedan amargos, así que apenas nomás. Podés agregar unas rodajitas de rocoto o jalapeño, por qué no. Salpimentá, agregá el ají molido y el pimentón dulce.

Volvé a incorporar el pollo a la sartén y ahora sí, agregá el vino blanco, dejá que se cocine unos minutos para que se evapore el alcohol y después sumá caldo de pollo caliente para continuar la cocción.

Tapá y cociná unos 20/30 minutos (dependiendo del tamaño de las piezas de pollo) a fuego bajísimo cuidando que no se evapore el líquido por completo. Si eso sucede, agregá un poquito más de caldo. Pasado ese tiempo, destapá, dejá que reduzca un poquito el líquido, rectificá sal y pimienta y agregá el perejil picado.

Mientras todo esto estaba sucediendo, cocinaste unos papines (hervidos o al horno con especias, como más te guste).

Listo, ¡serví el pollo al ajillo en una fuente grande con los papines y a chuparse los dedos!

Supongamos que tenés de todo en la alacena y te entusiasmaste. Entonces, en vez de un vino blanco cualquiera, hacé la receta española como Dios y la Virgen mandan: echale un vasito de jerez y luego nos contás.

Este plato es un clásico del bodegón de la vuelta. Es popular, económico y además de rico permite darle un giro sabroso al pollo al ajillo. Normalmente se servía con papitas noisette, esas redonditas y crocantes que solo se hacían en el restaurante. Por supuesto, podés hacer puré para acompañar, arroz, ensalada, lo que vos quieras.

Blanca Cotta, la famosa cocinera, solía decir que había que comprar pollos de buena familia. Con eso se refería a que es mejor si comprás un pollo de campo, que anduvo suelto, que tuvo una vida de pollo. Si es orgánico, tanto mejor. Vos sabés.

Podés hacer una versión para picotear: solo las alitas o solo patitas. Servilas con servilletas en el centro de la mesa, espolvoreá más perejil fresco por encima y ¡ finger food listo!

Pollo al ajillo, una receta todoterreno que jamás falla.

Palabras claves: pollo al ajillo, cocina de bodegón, platos caseros, recetas con pollo, recetas con ajo

Tiempo de preparación: PT00H15M

Tiempo de cocinado: PT00H30M

Tiempo total: PT00H45M

Ingredientes de la receta: 1 pollo de 2 kg, limpio y troceado con hueso y sin piel (pechugón, mejor)Harina para rebozar c/n (es opcional. Te quedará una salsita más espesa. Ah, también podría ser harina de arroz).4 dientes de ajo en láminas1 jalapeño o un rocoto (opcional)1 cdita de ají molido1 cdita de pimentón dulce1 puñado de perejil picado1 vaso de vino blanco1 vaso de caldo de polloSal, pimienta negra y aceite de oliva c/nPapines andinos para la guarnición (o papa, papá)

1: Para el pollo al ajillo: retirá restos de grasa y piel. Doralo en sartén o cacerola con un chorrito de aceite de oliva. No lo marees, dejalo que se dore bien de cada lado, que haga ruidito a que todo está bien.

Para el pollo al ajillo: retirá restos de grasa y piel. Doralo en sartén o cacerola con un chorrito de aceite de oliva. No lo marees, dejalo que se dore bien de cada lado, que haga ruidito a que todo está bien.

2: Una vez que haya dorado, retirá el pollo de la sartén. Pero ojo, ¡no la limpies ni nada! En ese fondito de cocción vamos a seguir la receta. Bajale el fuego y agregá los ajos en láminas. Podés agregar un chorrito más de aceite de oliva, fijate. Cociná los ajos unos minutos, pero ojo que se queman y quedan amargos, así que apenas nomás. Podés agregar unas rodajitas de rocoto o jalapeño, por qué no. Salpimentá, agregá el ají molido y el pimentón dulce.

Una vez que haya dorado, retirá el pollo de la sartén. Pero ojo, ¡no la limpies ni nada! En ese fondito de cocción vamos a seguir la receta. Bajale el fuego y agregá los ajos en láminas. Podés agregar un chorrito más de aceite de oliva, fijate. Cociná los ajos unos minutos, pero ojo que se queman y quedan amargos, así que apenas nomás. Podés agregar unas rodajitas de rocoto o jalapeño, por qué no. Salpimentá, agregá el ají molido y el pimentón dulce.

3: Volvé a incorporar el pollo a la sartén y ahora sí, agregá el vino blanco, dejá que se cocine unos minutos para que se evapore el alcohol y después sumá caldo de pollo caliente para continuar la cocción.

Volvé a incorporar el pollo a la sartén y ahora sí, agregá el vino blanco, dejá que se cocine unos minutos para que se evapore el alcohol y después sumá caldo de pollo caliente para continuar la cocción.

4: Tapá y cociná unos 20/30 minutos (dependiendo del tamaño de las piezas de pollo) a fuego bajísimo cuidando que no se evapore el líquido por completo. Si eso sucede, agregá un poquito más de caldo. Pasado ese tiempo, destapá, dejá que reduzca un poquito el líquido, rectificá sal y pimienta y agregá el perejil picado. Mientras todo esto estaba sucediendo, cocinaste unos papines (hervidos o al horno con especias, como más te guste). ¡Listo para servir!

Tapá y cociná unos 20/30 minutos (dependiendo del tamaño de las piezas de pollo) a fuego bajísimo cuidando que no se evapore el líquido por completo. Si eso sucede, agregá un poquito más de caldo. Pasado ese tiempo, destapá, dejá que reduzca un poquito el líquido, rectificá sal y pimienta y agregá el perejil picado. Mientras todo esto estaba sucediendo, cocinaste unos papines (hervidos o al horno con especias, como más te guste). ¡Listo para servir!

  Beber con moderación. Prohibida su venta a menores de 18 años.

Conocé la Ley de consumo Responsable.