Los fideos de arroz se pueden encontrar en cualquier gran supermercado o en los famosos "chinos" y son muy digeribles. Aportan calorías y cuentan como carbohidratos en la dieta, al igual que los comunes; pero en su elaboración (aunque siempre hay que fijarse en las etiquetas para estar seguro) no contienen gluten. 

Se cocinan de manera diferente a la pasta de trigo. Estas son algunas claves para triunfar. 

Para que los fideos salgan consistentes, sumérgelos en agua tibia durante un tiempo acorde con su grosor antes de cocinarlos en agua hirviendo. Los delgados tardan 10 minutos y los gruesos unos 20. Remoja los fideos hasta que estén blandos. Escurrir, luego terminar de cocinar en agua hirviendo durante 2 minutos (delgado) a 7 (espeso) o hasta que el centro esté consistente, pero no duro. Los fideos empapados se pueden guardar en un recipiente de plástico tapado, con un chorrito de aceite para que no se peguen ni se sequen. 

Si desea agregarlos a una sopa, guisado o hacer un plato oriental con verduras salteadas, déjelos remojar en agua tibia durante 7 a 10 minutos, revolviendo suavemente cada 1 o 2 minutos para ayudar a que se suelten. Luego solo tienes que escurrirlos y agregarlos a tu preparación, para que terminen de cocinarse. 

En las noches frescas, los fideos de arroz pueden hacer una sopa rápida. Hacer un caldo sin sal y remojar los fideos. Cortar verduras muy pequeñas (cebolla verde, zanahoria, calabacín, repollo, un poco de algas). Agrega todo al caldo caliente, con los fideos. Si usa algas, necesitará menos sal. Hervir durante unos 10 minutos y cubrir la sopa con un huevo cocido.

Remoje los fideos de arroz finos. Corta la cebolla y los champiñones frescos en rodajas, añade las verduras que hayas cocido (brócoli, calabacín, etc.), escurre los fideos y cocina todo salteado en un wok con salsa de soja, un chorrito de aceite y un toque de jengibre en polvo.