Estas personas de los sectores López Mateos y Alameda siguen habitando cerca de arroyos    peligrosos, los cuales pueden repentinamente arrebatarles la vida 

Culiacán, Sin.- Con el “alma en un hilo” dice vivir cada  vez que llueve   Carmen Pérez Salazar, quien junto a su esposo y cuatro hijos habitan la casa de su suegra, ubicada en zona de alto riesgo. Entre sus temores más grandes está que una noche la furiosa corriente que arrastra el arroyo que cruza la colonia Adolfo López Mateos, y la cual se sigue comiendo parte de la propiedad, le arrebate a sus dos hijos menores de edad que duermen con ella.

Ella junto a dos gemelos duermen en el piso de tierra a escasos centímetros de un hoyo, el cual está dentro del cuarto y por el que pueden caer durante la noche. En la pasada lluvia, uno de los niños estuvo a punto de ahogarse porque de repente el agua se metió a la vivienda, por este hoyo, y de pronto subió varios centímetros.   

En esta casa marcada con el 4282 ubicada por la calle Cruz Gálvez, entre Tercera y Cuarta de la López Mateos, son incontables las goteras que se cuelan por las agujeradas láminas de cartón, para el lado que se voltee sólo se mira pobreza.  Otros de sus hijos duermen en un envejecido y sucio colchón, el cual ayer estaba mojado y era secado con el aire de un polvoriento y viejo abanico,  dando aspecto de haber sido recogido del basurón. 

Como despensa sólo se veía un kilo de frijol y una sopa de fideos, pero de perdida había esto, porque en ocasiones no hay nada que comer, aseguró con mirada triste Carmen. Esta madre de familia aseguró que vive en ese sitio pese a que su vida y sus seres queridos están en riesgo durante esta temporada de lluvias, pues no tiene adonde ir. 

Carmen, al igual que dos decenas de vecinos, habitan junto a este peligroso arroyo, el cual durante el año pasado derrumbó dos casas y provocó severos daños a otras. Pese al riesgo, ni las autoridades estatales,  municipales ni federales,  tampoco el Infonavit, hizo algo para mejorarles sus condiciones de vida. 

Ayer se dejó sentir un fuerte aguacero y al sitio no se miraron autoridades de Protección Civil ni patrullas de la Policía Municipal para evitar riesgos. Simplemente las habían dejado a su suerte, lamentaron. Tampoco había costales de arena para dar soporte a las viviendas, como lo solicitaron a las autoridades.   

En el arroyo, aunque el año pasado estuvo apunto de cobrar vidas, tampoco se realizaron mejoras. Todo sigue igual. En este sitio el Infonavit permitió la compra de casas aunque era zona de riesgo. 

Vecinos del sector Paseo Alameda también continúan con el peligro del arroyo que cruza por el sector. Aquí, durante la temporada de lluvias el año pasado algunos habitantes quedaron atrapados en sus casas, debido a que el agua se llevó parte de la calle. Las autoridades no han dado una solución a los afectados. Hubo algunas personas que optaron por dejar las viviendas. Muchas de las casas que están cercanas al afluente han sido invadidas. Pese al riesgo que representan, a la orilla del río se pueden apreciar una gran cantidad de familias que han acaparado los lotes de alto riesgo, y las autoridades están permitiendo estas invasiones. En este lugar el Infonavit también permitió la venta de casas.   

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