La investigadora Susana Otero sostiene el táper autocalentable. / LP
Las prisas del día a día y los horarios limitados para comer en la oficina nos han hecho rendirnos a la cultura del táper. Sin embargo, no todo el mundo tiene a mano un microondas o la manera de poder comer caliente, más aún cuando el trabajo se desarrolla fuera de un edificio, como puede ser el caso de peones agrarios, camioneros o trabajador
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