La gastronomía peruana cuenta con una gran variedad de platos típicos. Muchos de ellos surgieron producto de la fusión a raíz de la conquista española y la migración de ciudadanos de otros países.

En la actualidad, las y los cocineros peruanos siguen creando nuevas fusiones con toques propios, aumentando la oferta de la gastronomía peruana y permitiéndole conocer al mundo más sobre la riqueza en flora y fauna del Perú.

Es ahí que nace un plato aún poco conocido por las personas, al cual se le ha denominado “combinado de 7 colores”.

La comida de 7 colores es un potaje típico de Perú de las zonas populares de Lima e integra la misma cantidad de platillos que cuentan con un color distinto y esa es la razón del nombre.

Estos platos son algunos de los más representativos de la gastronomía peruana y son los siguientes: cebiche, tallarines rojos, cau cau, papa a la huancaína, chanfainita, arroz con pollo y ocopa; no obstante, en algunos casos la chanfainita es reemplazada por el mondonguito italiano.

Por la proporción de los insumos es preferible ser cuidadoso con su ingesta, ya que puede ser de difícil digestión, por ello es recomendable tomar un digestivo después.

El origen exacto no se sabe, pero lo que sí se conoce es que nació en los barrios populares de Lima con el fin de combatir el frío y el hambre de los trabajadores. Se dice que la aparición de este platillo inició en los distritos de La Victoria y Cercado de Lima, lugares donde inició la ola de comercio en Lima.

Los tallarines nacen tras la llegada de los migrantes italianos a Perú. La cocina de ambos países se fusionó, dando nacimiento a este plato.

Recordemos que durante finales del XIX los italianos viajaron a Perú para conocer y trabajar en el comercio del guano.

El plato original de los tallarines rojos es el spagetti a la bolognesa.

Es el potaje peruano más conocido a nivel mundial. Este plato bandera es uno de los más frescos que hay en el Perú y suele ser bastante consumido durante la temporada de verano, aunque en invierno también es aclamado por los comensales.

Está hecho a base de pescado, mariscos, limón, sal, cebolla, ají, choclo, camote, algas (yuyo) y cancha serrana.

Su origen es bastante particular. En sus inicios fue un plato dulce que el Perú conoció con la llegada de los españoles; sin embargo, con el pasar de los años, una vez más, los cocineros peruanos transformaron el sabor y pasó de ser dulce a salado. Lo increíble es que el sabor era tan exquisito como si siempre hubiese sido salado.

El plato está compuesto por una crema de galleta, caldo y leche, sazonada con cebolla, ajos, ají panca y amarillo. Toda esa crema cubre hilachas de pechuga de gallina, que se sirven acompañadas de arroz, rodajas de papa, huevo y pecanas. Si quieres conocer más de su historia, haz clic AQUÍ.

Uno de los más clásicos de todos los hogares peruanos. Probablemente, no existe alguna persona que se resista al sabor de este plato que nació en el siglo XVIII. Es una variable del arroz con pato.

Los peruanos suelen acompañar este platillo con una salsa criolla y papa a la huancaína. Esta combinación está presente en casi todos los restaurantes del país.

Es un potaje amazónico hecho con arroz, gallina, huevo y envuelto en una hoja de plátano. Su presentación es sorprendente y única.

Su nombre deriva de “huane” y “huanar” que significa cocinado a medias. A este origen se le suma la conmemoración de San Juan Bautista, quien es considerado, patrono de la Amazonía peruana.

Todo peruano ha consumido por lo menos una vez en su vida el pollo a la brasa. Su cocción se da con las brasas del carbón y además, es acompañado con papas fritas nativas y ensalada. Es un ícono de la gastronomía peruana y tiene platos derivados, uno de ellos es el mostrito.