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Rico en vitaminas, antioxidantes y proteínas, con su característico sabor dulzón se posiciona como uno de los ingredientes estrella de tus platos.

Bajo un característico sabor dulzón y un potente valor nutritivo, el boniato -también conocido bajo el apodo de papa dulce- adquiere relevancia de manera paulatina en nuestro carrito de la compra. No es de extrañar, por tanto, que así haya comenzado a gozar de una gran repercusión y fama, convirtiéndose en una de las grandes estrellas de nuestro menú semanal protagonizando platos deliciosamente healthys.

Pero, ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Por qué no paramos de verlo últimamente en redes? ¿Por qué no dejamos de ver este ingrediente en múltiples comidas? Bien. El secreto de su éxito, el motivo por el que múltiples deportistas lo han introducido en sus dietas, es: el alto nivel energético que posee. Además, es rico en antioxidantes, hidratos, minerales y más, mucho más. En definitiva: un alimento de otoño de lo más completo ¡y sabroso!

Esta hortaliza se caracteriza por tener dos variedades: una naranja, rica en betacarotenos con un sabor dulzón y, otra, blanca, que posee más almidón y tiene un sabor más amargo.

Más allá de las citadas cualidades, existen otros rasgos o curiosidades a destacar del boniato de la que, ya te vamos adelantando, se va a convertir en uno de tus ingredientes favoritos para todo tipo de elaboraciones culinarias.

A diferencia de otros alimentos, el boniato es súper versátil en lo referente al cocinado. Puedes hervirlo para hacer cremas, asarlo, freírlo para preparar snack healthy o, incluso, puede pasar de ser el primer plato a convertirse en un delicioso postre para mantener la dieta, gracias a su sabor dulzón.

Por eso mismo, después de haber leído las maravillas de este tubérculo y de mostrarte las múltiples facetas que puede llegar a tener en tu menú, hemos querido mostrarte nuestras recetas preferidas de boniato como protagonista, para que así, si todavía no lo has degustado, sacies tu curiosidad de la mejor forma en el terreno culinario. ¡Comiendo!

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Con ayuda de un tenedor aplastamos el boniato con la harina, dándole la consistencia de una pequeña masa y, después, lo salteamos unos minutos, a cada lado, en la sartén. Para condimentarlo, podéis optar por añadir aguacate, pavo, jamón... a vuestro gusto.

Lo bueno de esta receta es que mantiene las propiedades del boniato, introduciéndolo en la dieta de manera sencilla. Idónea para aquellos que no sean unos auténticos cocinillas.

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Su preparación, sin duda, es una de las más fáciles y rápidas; solo consta de dos pasos. El primero vierte todos los ingredientes citados en la batidora -recuerda que la batata debe estar cocida y el plátano cortado en rodajas-, pulsa on y páralo cuando adquiera una textura cremosa. Vuélcalo en un bol o en un vaso, añade los toppings que quieras y, ¡listo!

Un desayuno de lo más nutritivo, gracias al plátano y al boniato, con el que conseguirás obtener la energía necesaria para el día a día. ¿Lo mejor? Que las opciones son infinitas. Prepara los batidos caseros que desees, según tus preferencias o los ingredientes que tengas en la nevera.

Tan solo tienes que asar los boniatos en el horno a 180ºC durante una hora aproximadamente para ablandarlos. Después, sácalos y déjalos enfriar. En un cuenco aparte, vacía la pulpa, cuando ya no estén calientes, y mézclalo lentamente con el agua de coco, para que vaya adquiriendo la textura del puré deseada. Después, puedes servirlo con pipas, semillas o picatostes al grupo. ¡Delicioso y rápido!

Lo mejor de esta receta es la gran cantidad magnesio que se obtiene, gracias a las propiedades de la leche de coco y el boniato.

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Si eres amante de las croquetas, estas te van a encantar. Tan solo tienes que poner en el bol el boniato pelado y machacado -con la ayuda de un tenedor- hasta que tenga la textura de un puré y, después, introducimos el atún y mezclamos bien.

Después, en el fogón, rehogamos la media cebolla con sal y pimienta hasta que adquiera un tono cristalino y procedemos a echar la harina de avena, dejándolo tostar uno o dos minutos. Eso sí, ¡sin dejar de remover para que no se queme!

Echamos el vaso de leche y batimos hasta que no quede ni un grumo. Tras ello, añadimos la nuez moscada, dejamos enfriar unos minutos y lo mezclamos con el boniato y el atún, y lo guardamos en la nevera hasta el día siguiente con un papel film. Al día siguiente, forma las croquetas con una cuchara y pásalas por huevo y pan rallado. Y, por último, puedes o freírlas u hornear la masa a unos 180º grados durante unos 20 o 25 minutos.

¿Con muy poco tiempo para cocinar? ¡No te preocupes! Introduce en el horno el boniato abierto y espera hasta que esté cocido. Después, introduce en su interior los toppings que desees. En este caso, un poco de burrata cortada, copos de maíz y un poco de salmón ahumado en lonchas, pero las opciones son infinitas.

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Pelamos y laminamos el boniato muy fino. Después, las introducimos en un bol que llenamos con agua, sal y especias al gusto, mezclamos bien. Tras ello, las escurrimos y secamos con ayuda de un papel absorbente. Y, por último, al microondas unos minutos hasta que queden crujientes. Y así, en apenas unos minutos, conseguirás uno snack súper saludable y completo para picar entre horas.

Maceramos la carne con sal, ajo y pimiento antes de cocerla. Al mismo tiempo, pelamos el boniato y lo cortamos en trozos, al igual que la zanahoria. Calentamos el aceite, doramos el ajo y, después, introducimos la cebolla picada y, cuando todo esté dorado, vamos agregando los tomates picados, la carne macerada y dos o tres tazas de agua. Lo dejamos cocer y unos minutos antes de retirarlo del fuego, introducimos la zanahoria y el boniato.

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Por supuesto, en este listado, no podía faltar nuestro toque dulce y sano gracias a la deliciosa receta de Realfooding. Para degustarla, solo tienes que calentar el horno a 180º, mientras que introduces en el microondas los boniatos -con unos ligeros pinchazos, para que se cuezan por dentro. Después, tritúralos con una batidora hasta que adquieran una textura cremosa, añadiendo al mismo tiempo crema de almendras, pasta de dátil y huevo.

Tras fundir bien los ingredientes, vierte la mezcla sobre un molde e introdúcelo en el horno precalentado durante 20 o 30 minutos, con calor arriba y abajo. Por último, espolvorea un poco de caco por encima al gusto. ¡Y listo! Un postre sano que saciara todos tus antojos.

Pelar y cocer el boniato para, después, batirlo con una taza de leche, la mantequilla derretida, azúcar y agua hasta completar el litro. En otro bol, licua la harina y los huevos con la otra taza de leche, hasta completar el litro.

Une las dos elaboraciones vertiéndolo en un molde -al que puedes añadir caramelo, si lo deseas- y hornearlo durante una hora a unos 90ºC. Por último, antes de servir, añade unas rodajas de coco, por encima. ¡Y listo!

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Carlos Ríos nos anima a elaborar este nutritivo y saciante bizcocho, así: empezamos separando las claras de las yemas en dos boles distintos. Con la ayuda de una batidora, montamos las claras a punto de nieve y, por otro lado, trituraremos el boniato hasta obtener puré, junto con las yemas y el dátil.

A la mezcla obtenida le añadimos harina, levadura y especias y, con movimientos envolventes, introducimos las claras montadas. Vertemos con cuidado la elaboración en el molde y al horno a 180ºC durante 25 minutos.

Para el frosting: mezclamos el yogur, el queso y la esencia de vainilla. Cuando el bizcocho esté hecho y enfriado, lo cubriremos con la mezcla y lo decoraremos al gusto.